En el mundo de hoy hay
mucha confusión traída a nuestras vidas por una filosofía de la vida llamada
«Materialismo». El Materialismo nos enseña que si tenemos más seremos más
felices. Es el «Tengo, luego existo», que reemplaza la famosa frase de
Descartes [Pienso, luego existo]. Esa es la filosofía que nos venden los
medios de comunicación y las grandes campañas publicitarias. Eso se nos ha
metido en la iglesia latinoamericana de una forma alarmante y los pastores
estamos mirando con consternación cómo nos ha cambiado los valores y el énfasis
en la vida de nuestras ovejitas.
Sin embargo, cuando la Biblia habla de prosperidad y bendición de Dios, lo hace en una manera «integral»: eso significa, que habla de prosperidad material, física, ministerial, espiritual, matrimonial, familiar, etc. Pasajes como Salmos 1:3 lo dicen claramente: «…todo lo que hace prosperará» -no solamente el aspecto material.
Por eso, digo que la prosperidad integral es como un buen pastel de manzanas: por supuesto que no podemos tener un pastel de manzanas sin manzanas -pero las manzanas no hacen todo el pastel. Sin embargo, después de más de un millón y medio de kilómetros recorridos por Latinoamérica estoy viendo que mucha gente ha puesto demasiado énfasis en las manzanas y se ha quedado sin pastel: sin matrimonios, sin familia, sin vida espiritual, sin ministerio.
Sin embargo, cuando la Biblia habla de prosperidad y bendición de Dios, lo hace en una manera «integral»: eso significa, que habla de prosperidad material, física, ministerial, espiritual, matrimonial, familiar, etc. Pasajes como Salmos 1:3 lo dicen claramente: «…todo lo que hace prosperará» -no solamente el aspecto material.
Por eso, digo que la prosperidad integral es como un buen pastel de manzanas: por supuesto que no podemos tener un pastel de manzanas sin manzanas -pero las manzanas no hacen todo el pastel. Sin embargo, después de más de un millón y medio de kilómetros recorridos por Latinoamérica estoy viendo que mucha gente ha puesto demasiado énfasis en las manzanas y se ha quedado sin pastel: sin matrimonios, sin familia, sin vida espiritual, sin ministerio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario